Lasaña de Calabacín y Patata

Entre días prenavideños, días navideños y días postnavideños me ha costado un tiempo volver. Pero aquí estoy de nuevo, con ganas de cocinar y ganas de contaros lo que cocino.
Yo no sé si ha vosotros os pasará lo mismo, pero a mí después de tanta comida navideña y tanta anarquía nutricional, lo que más me apetece comer es verdura. El cuerpo pide un respiro. Y yo os prometo que me pasaría una semana entera comiendo verdura por aquí y plancha por allá. Pero, y es que siempre hay un pero, están los niños. Y esto de darles verdura a palo seco, bueno con un chorrito de aceite y vinagre, pues como que no va mucho con ellos.  Así que hay que poner otra vez la cabeza a funcionar y a seguir buscando platos sanos y que consigan las palabras mágicas  de los "pequejueces": -¡Mami, qué rico está esto!, -¡Mami, eres la mejor cocinera del mundo! y -¡Mami esto lo tienes que hacer más veces!. Y tú te vas hinchando como un pavo, disfrutas del momento, hasta que ¡ZAS! uno de ellos tira el vaso entero de agua o de leche y te devuelve a la realidad.  Estaban comiendo tan bien que tú también eres capaz de decir las palabras mágicas: ¡No pasa nada! y la comida sigue su curso.
Este fin de semana con la verdura y los niños en la cabeza, les hice esta lasaña "verduril" que consiguió ese momento comida ideal.

Ya os he comentado muchas veces la importancia que tiene la verdura en nuestra dieta. Los alimentos de origen vegetal, no proporcionan micronutrientes, vitaminas y minerales tan importantes para el buen funcionamiento de nuestro cuerpo. También conviene destacar su función reguladora y el alto aporte de fibra, fundamental en nuestra alimentación. La relación inversa entre el consumo de alimentos de origen vegetal y el riesgo cardiovascular está a estas alturas más que fundamentada en numerosos estudios científicos. Como también su capacidad antioxidante gracias a todos los compuestos bioactivos que presentan.

También he insistido varias veces en que aunque camuflemos los ingredientes un poco de primeras los niños conozcan lo que comen.  En este caso con la lasaña, y cuando ya estaban en faena comentando lo buena que estaba, hablamos de la zanahoria, brócoli, cebolla, calabacín, etc. Se puede aprovechar para enseñarséla en crudo, para contarles lo buena que es o cuanto van a crecer comiéndosela. La verdura de por sí tiene una connotación negativa para los más pequeños de la casa. La verdad no lo entiendo muy bien. En realidad, sus primeros purés son de verduras y encima sin sal. Más puros imposibles. Pero algo pasa que no sé si es con el paso al sólido o con qué momento, que la verdura se acaba convirtiendo en sinónimo de puf, puag, y no me lo como ni de broma. En fin, merece un estudio. Mientras que llega hacemos la lasaña.

INGREDIENTES
(4PAX)
480g de calabacín 
450g de patata
130g de cebolla
100g de zanahoria
130g de brócoli
400g de tomate natural triturado
2 latas pequeñas de atún natural
Sal, pimienta y azúcar
Aceite de oliva
400ml de nata líquida de cocinar o de montar
Queso rallado

Cortáis el calabacín y la patata en rodajas de más o menos 3-4 milímetros. El calabacín sin pelar y la patata pelada. El peso que os he puesto de la patata es ya sin piel y del calabacín sin las partes que tiramos. Ponemos a hervir abundante agua con sal y un chorrito de aceite. Cocemos durante 4 minutos más o menos por un lado el calabacín y luego la patata, escurrimos y reservamos cada uno por su lado.
En una sartén sofreímos la cebolla picada pequeña, incorporamos la zanahoria muy picada, dejamos que se haga un poco. Y ahora un inciso con el brócoli. Yo la utilicé congelada y cogí los tallos más pequeños de la bolsa para echarlos directamente en la sartén. Después cuando eché el tomate se acabaron de hacer y alguno que había quedado más grande lo partí directamente. Pero si la queréis bastante pequeña tendréis que darle quizás un hervor en agua primero para que se ablande y la podáis cortar fina antes de añadirla. 
Ahora añadimos el atún, damos una vuelta e incorporamos el tomate. Salpimentamos y echamos una cucharadita pequeña de azúcar para quitarle la acidez. Dejamos que se haga unos 15´-20´a fuego medio, tapado y removiendo de vez en cuando.
Toca montar la lasaña. Untamos la fuente con un poco de aceite y empezamos con capas de patata, que es más consistente, la salsa por encima y capa de calabacín y así sucesivamente hasta terminar. Yo terminé con calabacín. 
Echamos la nata y antes de hacerlo conviene salpimentarla un poco. Así que la echamos en un bol y la salpimentamos sin pasarnos. Puse nata hasta arriba, pero sin llegar a cubrir del todo la lasaña, os dejo una foto. 


Ahora espolvoreamos por encima queso rallado y metemos al horno precalentado previamente a 200º unos 15- 20´. Cuidado con el queso nos se os queme, el mío no llegó a quemarse pero quedó bastante doradito. Si no queda dorado luego le podéis dar un golpe de gratinador. Yo no la he probado, pero me imagino que sin nata también podremos hacer una versión más light, pero a los niños con nata les ha encantado. O prescindir del tomate en el relleno y utilizarlo para cubrir sustituyendo a la nata.

Y otra forma de hacerlo, para no cocer previamente las verduras, sería ponerlas en la bandeja en crudo y dándoles más tiempo de horno.
No digáis que no os doy opciones, ahora toca que os animéis a hacerla.


Comentarios

  1. Que rico!!!!, tiene una pinta increíble, si así no conseguimos que se coman la verdura, yo desisto.....jajaja!!

    ResponderEliminar
  2. Graciassss!! jajaja, no podemos tirar la toalla. Bss

    ResponderEliminar
  3. Muy apetitoso y nutritivo

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares