Salsa Pesto
Hoy la protagonista es una salsa, una salsa que bien merece un post para ella solita. Como ya habéis leído en el título es el Pesto, una salsa italiana que en principio para lo que más se utiliza es para acompañar pasta pero que hace buenas migas con un montón de platos. Yo lo he probado con verduras, con arroz, con legumbres, con pescado, con carne, en ensalada, y seguro que con algo más. Los restos de comida, de aquí y de allá, ya sabéis que dan para mucho y es ahí donde tenemos la oportunidad de probar, combinar y no tirar.
Mi primer Pesto lo hice con mortero, "supertradicional". Y no es porque lo diga yo, o sí, pero quedó espectacular. Empezaba a trastear con la cocina y ya había sucumbido a los encantos de esta salsa, así que decidí hacerla en casa y allí me puse manos a la obra con mi mortero. Como primera vez, en pisito de soltera y sin niños, tienes todo el tiempo del mundo. Unos años después, la batidora es la que me ayuda a que el proceso sea más rápido y el resultado también es genial. Concretamente con la Thermomix se consigue una salsa con una textura genial, pero no es imprescindible. Un mortero, una picadora o una batidora normal, nos servirán.
Sus ingredientes principales son la albahaca, los piñones, aceite de oliva, ajo y queso parmesano. Pero hay infinidad de variantes en las que se sustituyen los piñones por otros frutos secos como avellanas o pistachos, o el pesto rojo con tomates secos (haciendo click aquí veréis una receta de pesto rojo en mi otro blog), y todas los cambios que se nos ocurran.
¿Y los pequeños de la casa?, ¿se lo comen bien? Os cuento que es una salsa fuerte, el ajo y el queso le dan potencia, pero con los niños nunca sabes y niños hay de muchas edades. Lo de siempre, que la prueben y que la prueben otra vez, y puede que otra vez más. Así, hasta que un día os pidan que la hagáis, mientras tanto la disfrutáis vosotros y ya está.
Ya sabía yo que en domingo, bien rodeada, muy acompañada y con un niño de 4 años hablándome todo el rato; enseñándome mil pupas y contándome mil batallas; me iba a llevar un tiempo escribir la receta. Pero de verdad que lo voy a conseguir. Ahora me está haciendo una tesina de por qué le molestan los vaqueros, pero que claro, se los tiene que poner. ¡Horror, pesto vuelve a mi mente!
INGREDIENTES
100g de albahaca fresca
50g de piñones
2 dientes de ajo
30g de queso parmesano
200g de aceite de oliva virgen
Sal
En primer lugar rallamos o picamos el queso muy fino. Trituramos con los ajos, la albahaca, los piñones y un poco de sal. Una vez tenemos todo bien triturado, como una pasta, el siguiente paso es seguir batiendo incorporando el aceite de oliva poco a poco hasta formar una salsa homogénea. Probamos el punto de sal y listo.
No sé si os gustará tanto como a mi, pero es una salsa con un montón de aplicaciones para el día a día y para momentos especiales.
Mi primer Pesto lo hice con mortero, "supertradicional". Y no es porque lo diga yo, o sí, pero quedó espectacular. Empezaba a trastear con la cocina y ya había sucumbido a los encantos de esta salsa, así que decidí hacerla en casa y allí me puse manos a la obra con mi mortero. Como primera vez, en pisito de soltera y sin niños, tienes todo el tiempo del mundo. Unos años después, la batidora es la que me ayuda a que el proceso sea más rápido y el resultado también es genial. Concretamente con la Thermomix se consigue una salsa con una textura genial, pero no es imprescindible. Un mortero, una picadora o una batidora normal, nos servirán.
Sus ingredientes principales son la albahaca, los piñones, aceite de oliva, ajo y queso parmesano. Pero hay infinidad de variantes en las que se sustituyen los piñones por otros frutos secos como avellanas o pistachos, o el pesto rojo con tomates secos (haciendo click aquí veréis una receta de pesto rojo en mi otro blog), y todas los cambios que se nos ocurran.
¿Y los pequeños de la casa?, ¿se lo comen bien? Os cuento que es una salsa fuerte, el ajo y el queso le dan potencia, pero con los niños nunca sabes y niños hay de muchas edades. Lo de siempre, que la prueben y que la prueben otra vez, y puede que otra vez más. Así, hasta que un día os pidan que la hagáis, mientras tanto la disfrutáis vosotros y ya está.
Ya sabía yo que en domingo, bien rodeada, muy acompañada y con un niño de 4 años hablándome todo el rato; enseñándome mil pupas y contándome mil batallas; me iba a llevar un tiempo escribir la receta. Pero de verdad que lo voy a conseguir. Ahora me está haciendo una tesina de por qué le molestan los vaqueros, pero que claro, se los tiene que poner. ¡Horror, pesto vuelve a mi mente!
INGREDIENTES
100g de albahaca fresca
50g de piñones
2 dientes de ajo
30g de queso parmesano
200g de aceite de oliva virgen
Sal
En primer lugar rallamos o picamos el queso muy fino. Trituramos con los ajos, la albahaca, los piñones y un poco de sal. Una vez tenemos todo bien triturado, como una pasta, el siguiente paso es seguir batiendo incorporando el aceite de oliva poco a poco hasta formar una salsa homogénea. Probamos el punto de sal y listo.
No sé si os gustará tanto como a mi, pero es una salsa con un montón de aplicaciones para el día a día y para momentos especiales.
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