Albóndigas de Salmón

Uf, pensé que no volvería a escribir una entrada hasta después del verano. El fin de curso ha sido duro, cero tiempo. Cada vez que intento volver a escribir, alguien necesita algo y hombre un poco de concentración sí que necesito. Ahora mismo me he tirado a la piscina. Uno me está pegando balonazos, la otra me ha enseñando cada línea que hace de un dibujo y por suerte hay una que está bastante tranquila. He tardado exactamente 14 minutos en escribir estas 4 líneas pero no voy a abandonar, a este paso igual al final del día he terminado.
El Salmón es un pescado muy graso, con un sabor intenso, a mi es un pescado que aún gustándome mucho me cansa y cuando lo como espero como mínimo una semana y media para volver a prepararlo. Como os decía es rico en grasas, pero grasas saludables. Rico en Omega 3, en él también encontramos vitaminas A, B y D, así como calcio, hierro fósforo y selenio.
Mi forma preferida de prepararlo es a la plancha, y los niños se lo comen muy bien. Pero como hay que ir variando pues de vez en cuando voy buscando otras formas de dárselo y hoy os presento mi último descubrimiento. Basándome en las albóndigas de carne y mirando por aquí y por allá pues he hecho estas albóndigas de salmón que están realmente buenas.

INGREDIENTES
(4pax)

350g de Salmón
1 huevo
1/2 cebolla pequeña (30g más o menos)
1 diente de ajo
Sal
Pimienta
Cebollino
1 rebanada de pan de molde
Leche
1 cucharada de pan rallado

Se pica la carne de salmón, mejor con una picadora, aunque a cuchillo también podríais hacerlo. Esta vez he utilizado rodajas de salmón, por supuesto que es mejor lomos. Pero si os pasa como a mí que solo tenéis rodajas no es tan difícil quitarle la piel y la espina. Lo más complicado es quitar las espinas que están entre la carne, pasáis el dedo despacio por encima para encontrarlas y con una pinza especial para ello salen fácilmente, si no nos puede servir una pinza de depilar. Se le añade el diente de ajo y la cebolla muy picados. Mojamos la rebanada de pan de molde en leche y la incorporamos a la mezcla deshaciéndola con los dedos. Ahora nos queda echar el huevo, salpimentar, añadir el pan rallado y cebollino al gusto. He utilizado cebollino seco. Mezclamos bien y empezamos a formar las albóndigas. La mezcla es un poco pegajosa, así que podemos poner un plato con agua e ir humedeciéndonos las manos para poder formar mejor las bolas. Yo no las hago muy grandes porque se fríen antes y a los niños les gustan más. No hace falta pasarlas por harina, las freímos directamente.
Las podemos acompañar con salsa de tomate o mayonesa. Y los mayores nos las hemos comido con mostaza, si es de la antigua mejor.
¡¡Os animo a probarlas, no ha quedado ninguna!!


P.D.: YO soy así, cabezota. Si he dicho que terminaba el post, lo termino, aunque lo empezara a la 1 de la tarde y lo termine a las 12 de la noche.

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