Tastyfridays Outside: Küiru

Aunque por el nombre parezca que os voy a hablar de un restaurante japonés, pues no.  El lugar en el que disfrutamos de una fantástica comida entre amigos es un restaurante asturiano. Y al igual que su nombre poco común, que a pesar de ser asturiana no había oído nunca, su comida tampoco es la típica que nos encontramos en un restaurante asturiano al uso.

Con Küiru dí por casualidad, buscando a petición de uno de nuestros amigos un restaurante tradicional, asturiano o gallego, me dijo. Y una que barre para su tierra se puso manos a la obra a buscar un asturianín en el que poder juntarnos a comer.

Después de mirar algún conocido por aquí y algún desconocido por allá, y dentro de estos últimos, apareció Küiru. Me llamó la atención,  su cocina asturiana pero con un toque diferente me parecía una buena opción. La trayectoria de su personal me sirvió de aval. Así que saltándome la característica de tradicional y cambiándola por autor o fusión, o lo que fuera que me iba a encontrar allí, hice la reserva.

En küiru el servicio es amable, correcto y os puedo asegurar que paciente. Nuestra compañía eran 3 niños más 2 que se unieron al despertar de la siesta que se estaban echando en el carrito. A los niños les pedimos unas croquetas y un timbal de patata que llevaba picadillo y huevo.

Para los mayores, y dejándonos aconsejar compartimos tortos de maíz con picadillo. A mí me los hacía mi abuela para desayunar, ¡toma desayuno contundente!. Así que con conocimiento de causa les doy el visto bueno. Pedimos también el sashimi de merluza al revés, con rábano daikon y que personalmente me gustó mucho. Probamos el pixín alangostao, y a aunque a mí no fue de los platos que más me gustó, a otros les sorprendió gratamente. Después le tocó el turno al lomo de buey de Tineo, este último presentado en una campana llena de humo que destapan en la mesa para conservar el aroma hasta el último momento.





Las costillas de gochu con aliño de mostaza verde estaban realmente buenas y el cachopo venía en versión enrollada.




Para acompañar la comida hubo sidra Trabanco, una apuesta segura, para la que te llevan un escanciador con el que tú mismo te puedes ir sirviendo. Otros se decantaron por el vino.

El punto dulce lo puso, como no podía ser de otra manera, el arroz con leche. Y para los que no pueden acabar una comida sin darle al chocolate, ahí estoy yo, pedimos una especie de tarta- tartaleta llena de chocolate.



En Küiru pasamos una velada agradable, con una buena comida, buen servicio y que sin lugar a dudas repetiremos.

Küiru
C/Santa Engracia, 141. Madrid
Tel.: 915 98 83 22

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