Lasaña de Calabaza

Las lasañas son una forma fantástica de darle verdura a los más peques o a los que no nos muy fans de "verdurear". Para los que no tenemos problemas con la verdura, las lasañas son también un manjar. Así que todos contentos.


La calabaza es de las verduras que yo llamo fáciles, tiene un sabor dulce y agradable, al que pocos dicen no. Así que cuando el otro día me regalaron calabaza de las de verdad, de las que vienen del huerto directamente, me puse supercontenta y manos a la obra a hacer platos calabaceros un día sí y otro también.

La calabaza es rica en vitamina A como todos sus compañeros ricos en betacarotenos  y vitamina C, además hay que destacar su contenido en magnesio, potasio y calcio. Su aporte calórico es bastante reducido. Hay distintas variedades de calabaza pero en más y en menos proporción sus propiedades son las mismas.

Cuando ha salido del horno la lasaña, todos le han puesto ojitos. Entre un he sacado esta nota, menganito me ha pegado, el jueves tengo que llevar esto, y bocado va, bocado viene; hemos tenido una cena de las de enmarcar.

INGREDIENTES
50g. de cebolla
500g. de carne picada (puede ser ternera, pollo, cerdo, mezclas de varias o incluso pescado)
800g. de calabaza
400g. de tomate triturado
lonchas de queso
Aceite de oliva
sal y pimienta
200g. de nata o leche evaporada (opcional)

Sofreímos la cebolla picada fina y añadimos la carne picada salpimentada. Dejamos que se haga. En otra sartén ponemos el diente de ajo en un poco de aceite y cuando empiece a tomar color, añadimos el tomate triturado, sal, media cucharadita de azúcar y un poco de pimienta. Dejamos hacerse unos 15´ a fuego lento hasta que se reduzca.

Cortamos la calabaza en láminas como de medio centímetro. Ponemos una capa de láminas de calabaza, una de carne, salsa de tomate y lonchas de queso. Repetimos y terminamos con queso. Ahora tenemos la opción de echarle la nata o leche evaporada o dejarlo tal cual, porque la calabaza soltará líquido que permitirá que se haga. Yo esta vez la he hecho con leche evaporada.

 



La cocinamos en el horno a media altura y a 230º- 240º una media hora.


Por aquí nos ha encantado, así que es un plato que llega para quedarse.




¡Espero que os guste!

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