Bacalao con Tomate

El bacalao puede resultar un pescado, de los que yo llamo difíciles para los niños. ¿Por qué? Pues porque es un pescado contundente, fuerte de sabor y más si el que utilizamos es desalado. Si es de este último hay que tener la precaución de desalarlo muy bien para que no cierren su boquita con el primer bocado.  Para que se inicien en estos sabores es mejor prepararlos con alguna salsa que hará el proceso más llevadero. Por mi experiencia os digo que con esta receta los platos quedan limpios, también os digo que no hay que pasarse con la cantidad, somos conscientes de lo que come cada una de nuestras fierecillas. Que los papis enseguida nos venimos arriba y les ponemos esa pedazo de ración, que en cuanto la ven su dulce cara se transforma en mueca. Pero de esto hablaremos otro día.

La receta de hoy la he preparado con bacalao fresco, que en los últimos años se encuentra fácilmente durante todo el invierno en la pescadería y a un precio más que razonable.
El Bacalao fresco se considera pescado blanco, aunque es un pescado bastante rico en Omega3, sobre todo su hígado. Si queremos consumir el hígado se encuentra en el súper, normalmente donde las conservas de atún, enlatado y es como un paté que esta buenísimo.
Cuando el bacalao es en salazón algunos autores defienden que sus músculos concentran más grasa y puede llegar a considerarse azul, ya que esto depende ni más ni menos que de eso, de la cantidad de grasa que encontramos por 100g de carne comestible. Ya sabéis que la grasa del pescado es muy saludable ya que es rica en ácidos grasos omega 3 y estos son cardiosaludables,  porque este tipo de grasas disminuyen los niveles de colesterol malo y aumentan los del bueno. Poseen efectos beneficiosos sobre nuestras articulaciones ya que tienen efecto antiinflamatorio; y nos protegen frente a la demencia.  Por último os cuento que con todos estos beneficios, no estaría de más consumir pescado azul por lo menos dos veces a la semana.

INGREDIENTES
(4pax)
4 lomos de bacalao, se puede añadir otro sin cambiar el resto de cantidades.
1 lata de tomate triturado de 400g
1 lata pequeña de pimientos asados de 80g neto
1/2 cebolla
1 diente de ajo
Aceite de Oliva
Azúcar
Sal y pimenta

Echamos un poco de aceite en la sartén. Le pegamos un golpe al diente de ajo, lo pelamos y a hacerle compañía al aceite. Poner el aceite bajo de temperatura y echar el ajo cuando todavía esté frío para que no se nos queme. Cuando se empieza a dorar incorporamos la cebolla muy picada y mientras, picamos también el pimiento muy menudo (para que no lo encuentren en la salsa). Dejamos que se sofrían un poco y añadimos el tomate.



Ahora, si el bacalao es fresco, salpimentar el tomate y añadir una cucharadita de azúcar.  Si por el contrario es desalado, tendréis que haberlo dejado un mínimo de 36h. en agua, incluso 40 si es muy gordo. Acordados de ir cambiándole el agua por lo menos 4 veces en todo el proceso. A lo que iba, si es desalado no saléis de momento el tomate, sólo echáis el azúcar para quitarle la acidez y un poco de pimienta. Luego cuando terminéis el plato ya comprobáis si a la salsa le hace falta un pelín de sal.

Dejamos hacerse el tomate a fuego "alegre" como unos 8 minutos, que vaya absorbiendo el agua y se concentre. Id revolviendo para que no se pegue y si se pega un poco no pasa nada que está bueno igual. A continuación añadimos el bacalao y lo dejamos hacerse a fuego medio, hasta que veáis que está en su punto. No lo paséis, en cuanto abráis un poco y veáis como se separan las lascas, fuera. Esto para todos los pescados; que no hay cosa más rica que estén justo en su punto. Yo lo he tenido como 7 minutos. Tenéis que ir meneando un poco la sartén para que no se pegue la salsa;  podéis meter una espátula de las de madera por debajo de los lomos con cuidado. Hay que tener en cuenta que el tomate sigue reduciendo y se puede agarrar. Es importante retirar el diente de ajo para que nadie se lo encuentre entre el tomate.
Ahora sólo queda servir. Se lo pondremos fácil. Quitamos la piel y lo troceamos dependiendo ya de la edad que tengan los enanos o los no tan enanos. Yo al de 2 años se lo pico bastante y se lo mezclo bien con la salsa. No tengáis problema en ponerles bastante, lleva la cebolla, el pimiento y el tomate que es muy sano y muy necesario (dejo pendiente contaros todas sus virtudes).  Si os sobra salsa la podéis utilizar otro día o para otra cosa y se puede congelar.



Y de postre os cuento unas cositas. Yo me llevé la mitad de un bacalao. ¿Cabeza y espina? Sí, por favor. Mientras los acosté la puse a cocer con las espinas, como 10-15 minutos con un poco de aceite y sal. Guardé el caldo en un bote y al congelador. Otro día lo aprovecho para una sopa, arroz o patatas marineras.
Si no habéis utilizado todo el bacalao, lo congeláis como os recomendaba con la merluza.
De la media cabeza y la espina saqué 120g de bacalao. Con vuestras manitas vais limpiando bien todos los huecos y sacando toda la chicha. ¿Y qué hacemos con esto?. Si es para utilizar antes de dos días, nevera, sino congelador y en nada prometo post de buñuelos. O si estáis a plan podéis ponerlo en una ensalada.

Comentarios

  1. Esta también cae fijo, que buena pinta!!. Bss

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  2. Qué buena pinta y además fácil, que también es importante. Lo haré.
    Besos.

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